Somos una clínica dental especialista en la salud dental infantil.
Formación Académica
Doctora en Odontología | Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).Docencia
Profesora de Odontología (Materia: Crecimiento y Desarrollo Buco-dental) | Universidad Federico Henríquez y Carvajal (UFHEC).En Servicios Odontológicos Unidos (ODOUNIDOS) creemos que es importante visitar el odontopediatra antes de la erupción del primer diente o durante el primer año del bebé. Es en las revisiones tempranas cuando se pueden identificar los primeros signos y realizar tratamientos sencillos en caso de ser necesario. En el niño, la premisa “más vale prevenir que curar” adquiere especial relevancia.
Satisfacer mediante el ejercicio de una odontología multidisciplinaria actualizada basada en el diagnostico individualizado de cada usuario. Promover y educar a las familias sobre la importancia de la salud bucal así como de los beneficios de implementar procedimientos odontológicos preventivos. Ofrecer diversos tipos de rehabilitación bucodental para que cada usuario pueda conocer todas las posibilidades u opciones de plan de tratamiento para su estado bucodental.
Ser un referente en odontología especializada de excelencia que obtenga la satisfacción de las necesidades del cuidado oral de nuestros usuarios.
Hemos sido creados con el objetivo de brindar servicios odontológicos actualizados proporcionando diversos tipos u opciones de tratamiento a cada usuario de manera individualizada para que éste pueda elegir el que mejor se adapte a sus necesidades, expectativas y situación financiera. Además, contamos con un espacio físico confortable diseñado y equipado con tecnología avanzada que unido a la capacitación del personal hacen que los usuarios pueden disfrutar de una experiencia odontológica de alta profesionalidad sintiéndose acogidos desde su primera visita.
En ODOUNIDOS somos dentistas expertos en odontopediatría. Creemos que la salud dental es lo primero y por ello contamos con expertos especializados en tratamientos para niños. Ofrecemos los siguientes servicios:
Tu seguridad y la de nuestro equipo siempre ha sido una prioridad para nosotros, por eso, hemos seguido manteniendo protocolos de bioseguridad para garantizar la desinfección e higiene de nuestra clínica dental. Visitanos!
Creamos un ambiente positivo en la primera cita, libre de ansiedad y miedo. Esto se consigue construyendo un vínculo entre paciente – odontopediatra – padres desde los primeros años de vida.
La primera visita al odontopediatra debe hacerse antes de la erupción del primer diente de leche o durante el primer año de vida del bebé.
Es importante no esperar demasiado desde la erupción de los primeros dientes de leche para visitar al dentista, ya que es en las revisiones tempranas cuando se pueden identificar a tiempo los primeros signos y realizar tratamientos sencillos en caso de ser necesario. Cuanto más tarde se introduzca al niño en el control dental por parte del odontopediatra, mayores pueden ser los problemas y por tanto, más complejos los tratamientos. En el niño, la premisa “más vale prevenir que curar” adquiere especial relevancia si el objetivo es disminuir el grado de ansiedad.
También sabemos que son muchas las dudas, que como padre se te presentan alrededor de la salud de tus hijos; es por ello que, hoy trataremos de responder las más comunes.
Anteriormente, la Academia Americana de Odontología Pediátrica aconsejaba que la primera visita al odontólogo debía ser a los 3 años de edad; sin embargo, al observar el aumento en el porcentaje de niños con caries en la edad escolar, esta recomendación cambio, ahora el consejo es visitar al médico seis meses después de la aparición de los primeros dientes, este tiempo oscila entre los doce y catorce meses de edad, aproximadamente.
Además, este cambio se ha planteado por la aparición de alteraciones relacionadas con la dentición temporal como la ausencia de dientes, dientes con alteración en el tamaño y la forma, entre otras; la cual aparecen en edades muy tempranas.
Por lo general, los primeros dientes de leche suelen aparecer a los seis meses, empezando por los incisivos centrales inferiores. Es a los ocho meses cuando salen los incisivos centrales superiores, seguidamente los incisivos laterales inferiores, y luego los superiores. Posteriormente, erupcionan los caninos superiores e inferiores. Ya para los dieciocho meses empieza a salir el primer molar y por último a los veinticuatro meses los segundos molares.
La limpieza dental del niño se debe comenzar lo más pronto que se pueda y no esperar a que salga el primer diente. La leche materna y la leche artificial contienen un alto nivel de azúcares, que pueden llegar afectar la salud de las encías y de los primeros dientes del bebé, es por ello que, hay que empezar cuanto antes, y la manera correcta de hacerlo, en esta primera etapa, es con una gasa húmeda, se debe pasar con suavidad por la encía del bebé. Se debe hacer, por lo menos, una vez al día.
Posteriormente con el crecimiento del niño y la salida de los dientes, se debe utilizar un cepillo pequeño con cerdas suaves, en un principio sin pasta dental. Luego, a partir de los cuatro años se puede incluir la pasta dental en una pequeña cantidad, siempre observando y orientando al niño a que no la ingiera.
Lo más importante para crear el hábito de limpieza dental es la asistencia, responsabilidad y constancia de los padres.
Por su parte, el recambio de los dientes empezará a los seis años de edad, dándose en dos etapas: desde los seis hasta los ocho años se cambiarán los dientes de la parte anterior de la boca; posteriormente desde los diez hasta los doce años se cambiarán los dientes de la zona posterior.
Estos periodos no son precisamente exactos, se puede producir un retraso o adelanto de aproximadamente un año. En caso que el periodo sea más largo, se debe acudir al odontopediatra, el cual realizará las pruebas y radiografías pertinentes para valorar la situación.
No promover el hábito de dormir con la mamadera o chupete. Esta costumbre resulta muy perjudicial para el niño, produciendo un deterioro dental mayor.
Lo principal es disminuir la ingesta de alimentos azucarados, sobre todo aquellos que son más retentivos como los cariogénicos, por ejemplo, los caramelos masticables.
No incluir en las meriendas de los niños alimentos procesados con exceso de azúcares. Acostumbrar al niño a consumir productos naturales: frutas, jugos naturales, agua sin agregados, leche sin azúcar.
Esto dependerá del riesgo. Si el niño está expuesto a costumbres (dormir con objetos en la boca, no tener un hábito de limpieza, o consumir muchos alimentos procesados) que eleven las probabilidades de presentar caries, o si en su herencia familiar existen padecimientos dentales, la recomendación es llevarlos cada seis meses. Cuando el riesgo es menor, el odontopediatra será el que recomiende la frecuencia.